EL TIGRE NO ES COMO LO PINTAN
El aula como escenario donde se desarrollan diferentes tipos de procesos, entre ellos el de enseñanza-aprendizaje, constituye el espacio donde confluyen disímiles experiencias entre educandos y docentes, algunas imperceptibles aparentemente, otras, demasiado significativas.
Es precisamente allí, donde protagonistas de carne y hueso, se reúnen diariamente en un nuevo territorio, su propio territorio, para tratar por todos los medios a su alcance, de adquirir nuevos conocimientos que le permitan alcanzar un estatus de vida diferente.
El proceso es complejo. Como docentes nos vemos enfrentados a múltiples eventualidades muchas veces difíciles de solucionar, pero la lucha es ardua y llena de adversidades.
Este microcosmos, se convierte en un campo de batalla, donde se amalgaman diferentes tipos de modelos de enseñanza, tratando de simular una quimera pedagógica. Constantemente se busca la manera de motivar y despertar el interés en el educando, pero su mente se encuentra divagando por los extramuros de un Olimpo totalmente ajeno a su realidad. Pareciera ser que intereses y necesidades no fueran las propias, ni las más indicadas para que se realizara una apropiación del conocimiento, y al no existir este, mucho menos la aplicación en su vida cotidiana.
Este pretexto nos motiva a asumir el reto de trascender fronteras, construir y reconstruir mundos posibles, vislumbrar el aula de clase con una mirada diferente, inventar y reinventar nuevas formas de realizar procesos de investigación, ver escenas desde diferentes perspectivas, rompiendo viejos paradigmas, siempre con el único objetivo de formar personas éticas, responsables, con amor por el conocimiento, con capacidad de decisión y de critica, personas felices.
Para ello, un grupo de docentes de la ciudad de Manizales, pertenecientes a tres colegios oficiales: Normal Superior de Caldas, Colegio Fe y Alegría del Caribe y el Vocacional San Agustín, y con la asesoría de la Universidad Pedagógica Nacional, se ha venido reuniendo periódicamente con el fin de discutir la problemática surgida en cada una de las instituciones, y buscar alternativas de solución. Como metodología de trabajo, se realizaron diferentes lecturas, análisis de las mismas y se construyeron matrices que permitieron relacionar conceptos como el de aprendizaje y enseñanza antes y después de iniciado el proceso. Se pusieron en común los resultados obtenidos, verificando el tipo de cambios presentados durante el mismo. Así mismo, la mayoría de docentes involucrados en dicha investigación, tuvieron la oportunidad de asistir a diversos eventos programados por la Universidad Pedagógica con el fin de socializar experiencias, compartir vivencias, retomar sugerencias y aplicarlas a nuestra práctica cotidiana.
El proceso se ha realizado en forma lenta, debido al poco tiempo disponible por los docentes involucrados en dicha práctica. Ha dejado diferentes tipos de experiencias que de una u otra forma redundan en el mejoramiento del proceso enseñanza-aprendizaje. Se ha hecho más consciente el verdadero rol que debe asumir un auténtico maestro en el nuevo contexto que enfrenta. El maestro de hoy día debe asumir un papel protagónico, considerando el aula de clase, no un escenario más, sino un macrocosmos, un lugar donde potenciar todas y cada una de las habilidades de sus pupilos. Realizar no una sino muchas investigaciones, de diferente índole, pero no dentro de los parámetros normales, por el contrario, debe innovar, considerar todas y cada una de las posibilidades que se plantean en ella, aprovechar los errores para trabajar con y sobre ellos, descubrir nuevos estilos, problemas y objetos de investigación, y ensayar nuevas metodologías que permitan identificar el aula de clase como un lugar de verdadero aprendizaje, y no como una cárcel donde los estudiantes como simples reos deambulen por ella, sin un objetivo claro y definido.
Luis Gonzalo Duque Muñoz
Docente
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